Renovación obligatoria de contadores de agua con más de 12 años de antigüedad
A partir del 24 de agosto de este año, los contadores de agua fría y caliente que tengan más de 12 años de antigüedad tendrán cinco años para sustituirse o verificarse, prohibiendo la reparación o modificación de los mismos.
¿Por qué hay que cambiar los contadores de agua?
Hasta hace escasos meses, en España, el período de vida útil de estos equipos lo establecía la empresa responsable de la gestión o en algunos casos, como en Andalucía, las comunidades autónomas. Ahora, la norma fija este periodo de vida útil en los 12 años, que podrá ser ampliada por periodos sucesivos de cinco años, si el gestor de los mismos demuestra que cumplen los criterios establecidos para su verificación. No obstante, los contadores que ya estén en servicio y superen los 12 años deberán ser sustituidos en un plazo de cinco años.
¿Qué vida útil tienen los contadores de agua en los paises de nuestro entorno?
Esta medida ya se aplica en otros países de la Unión Europea. En Alemania, la vida útil de estos aparatos se fija en seis años para los contadores de agua fría y cinco para los de agua caliente. Su sustitución facilita el control del gasto, reduce los posibles errores en medición y permite un mayor ahorro económico a las familias.
¿A partir de qué fecha será de obligado cumplimiento sustituir el contador?
La medida da un plazo de cinco años para que las comunidades de propietarios, entidades y gestoras de parques de contadores, procedan a su renovación y prohíbe cualquier tipo de reparación de los aparatos de medición antiguos, además de establecer multas de hasta 5.000 euros si no se procede al cambio cuando el aparato llega al fin de su vida útil a los 12 años.
¿Qué ahorros se pueden conseguir con el cambio del contador?
En un contador de agua, las piezas mecánicas del interior se desgastan con el paso del tiempo, pierden el nivel de precisión exigible, y pueden provocar sobrecostes para el usuario que se podrían evitar con un contador nuevo.
Se estima que una familia media gasta unos 225 euros al año en agua. Sustituir los contadores antiguos por otros con una medición equilibrada supondrá un ahorro medio de hasta el 15%.