
La nueva normativa europea que afectará a la calefacción central en 2017 procede del artículo 9 de la Directiva Europea de Eficiencia Energética y lo que pretende es fomentar el ahorro energético de las viviendas. Contabilizando el consumo de calefacción de manera individual, cada vivienda pagará realmente por lo que consume. Sin embargo, para poder contabilizar los consumos de calefacción de manera adecuada se deberá tener en cuenta la forma en que se distribuye la red de tuberías de calefacción dentro del edificio, ya que esta puede seguir dos patrones: Distribución en anillo o distribución en columnas.
1.- Sistemas de distribución por columnas
Si la distribución de la calefacción en su edificio se realiza en columna –lo que ocurre en el 60% de los edificios antiguos con calefacción central – significa que desde la caldera suben tantas tuberías de distribución como radiadores haya en una vivienda, de manera que una misma tubería proveerá de calefacción a la cocina del 1ºA, a la cocina del 2ºA, a la cocina del 3ºA… Mientras que el resto harán lo propio con el resto de habitaciones.
Para la individualización de este sistema la única solución válida es la instalación de repartidores de costes en cada radiador de la vivienda, ya que es el único modo de saber cuánto se gasta exactamente en el piso.
2.- Sistemas de distribución por anillos
Que la distribución de la calefacción se realice en anillo implica que existe un único punto de entrada y un único punto de salida de las tuberías de agua caliente para cada vivienda. De este modo, la contabilización individual se puede realizar instalando contadores de energía en el punto de entrada y de salida del circuito a la vivienda, que suele estar localizado en los armarios de contadores de los descansillos de las escaleras.
Por otro lado, en los sistemas de calefacción central distribuidos por anillos también es viable la instalación de repartidores de costes, si lo que se busca es una mayor precisión de medida en cada habitación de la casa.