Los repartidores de costes de calefacción (tambien conocidos como calorimetros o contadores de calefacción) son dispositivos que miden el consumo individual de cada radiador. Se utilizan en comunidades de vecinos con instalaciones de calefacción central distribuidas en columnas. Gracias a ellos, cada vecino paga solamente por lo que consume. Se llevan utilizando más de 80 años en paises europeos como Dinamarca o Alemania, y actualmente se estima que aproximadamente 30 millones de viviendas están dotadas de este tipo de sistema de reparto de costes de calefacción central.
La instalación de repartidores de costes permite un ahorro medio del 30% en la factura de calefacción de una comunidad de propietarios (según las estimaciones del IDAE), y favorece la correcta redistribución de la temperatura por el edificio.
Para poder contabilizar los consumos de calefacción de manera adecuada se debe tener en cuenta la forma en que se distribuye la red de tuberías de calefacción dentro del edificio, ya que esta puede seguir dos patrones: Distribución en anillo (izquierda) o distribución en columnas (derecha). La disposición en columnas es la más antigua (en pisos contruidos generalmente antes de los 80) pero también más común en España. En nuestro país, aproximadamente el 60% de las calefacciones están distribuidas en columnas.
En este sistema no era posible conocer el consumo individual de cada vivienda, por lo que el reparto de los gastos se llevaba a cabo dividiendo el gasto total de la calefacción entre el número de vecinos. Esto, unido a la dificultad para regular la calefacción en cada hogar (válvulas viejas o no funcionales), lo convierten en un sistema ineficiente que hace que se pierda energía y dinero.
Los repartidores de costes de calefacción resuelven este problema. Al ser una opción barata, con un montaje sencillo y monitorizar vía radio los consumos, es posible conocer el gasto de cada uno de los radiadores de una vivienda, y por lo tanto habilitan a que cada vecino pague solamente por la calefacción que esta consumiendo.
Según estimaciones del IDAE, la instalación de repartidores de costes de calefacción y de válvulas termostaticas puede reducir la factura de calefacción en un 30%. Estas estimaciones vienen refrendadas por diversos estudios, como los más reciente de la Universidad de Alcala, o el de Anirca, que estima que los hogares españoles podrían ahorrar hasta 340 millones de euros en la factura anual de calefacción si se transpone a la legislación española la directiva europea que obliga a instalar repartidores de costes de calefacción.
Este ahorro se logra haciendo un uso más racional de la energía, lo que también resulta beneficioso para el medio ambiente ya que, al reducirse la quema de combustibles fósiles para producir energía para calefacción, también se evita la emisión de toneladas de gases contaminantes a la atmósfera.
Consulta aquí el estudio de la Universidad de Alcalá